Actualidad
Las placas de linterna mágica con género actualidad se hacen eco visual de las crónicas de actualidad que también solían protagonizar la prensa escrita e ilustrada coetánea. Este tipo de placas incluyeron cuatro grandes grupos de temáticas: sociedad -política nacional o internacional, economía, cultura, educación, ciencia o tecnología-, sucesos -accidentes, delitos o catástrofes naturales-, viajes -con imágenes de actualidad de ciudades, paisajes o personas de todo el mundo dando fe de viajes motivados por la curiosidad científica, el afán comercial y turístico o la creatividad artística-, moda y deportes mediante las noticias relacionadas con los certámenes deportivos del interés para la opinión pública nacional o internacional.
Las placas de linterna mágica con subtipo cuadro disolvente tienen un carácter eminentemente diacrónico y abordaron todo tipo de noticias –vistas de viajes, fenómenos naturales, sucesos como explosiones o incencios, etc- aportando un interesante valor añadido visual: simular la sucesión temporal entre dos o más momentos de la noticia mediante una transformación visual casi imperceptible. La proyección se conseguía al oscurecer una imagen al tiempo que la siguiente se superponía a la primera cada vez con mayor luminosidad. Crangle, Herbert y Robinson, autores de Encyclopaedia of the Magic Lantern (2001, pp. 64-65), atribuyen al inglés Henry Langdon Childe el perfeccionamiento de los cuadros disolventes en torno a 1840, en la Royal Polytechnic Institution, mediante el uso de un juego de dos linternas y las extraordinarias vistas pintadas por W. R. Hill.
Rótulo
Las placas de linterna mágica con género rótulo reúnen todos aquellos contenidos visuales como letreros, inscripciones o elementos decorativos que sirvieron para encabezar, anunciar transiciones o finalizar cualquiera de los relatos proyectados durante los espectáculos de linterna mágica.
Las placas de linterna mágica con subtipo cromatoscópico se definen por tener además en común dos propiedades específicas -además de las del genéro rótulo-: el formato cíclico y el registro de sus imágenes mediante técnicas pictóricas y/o de estampación. Los cromotropos -como se conoce a dichas placas- tuvieron una función narrativa que sirvió para anunciar las transiciones entre bloques temáticos en el interior de las sesiones de linterna mágica y a menudo podían insertar en sus dinámicas y coloreadas imágenes acciones de carácter cíclico o estroboscópico que representaban todo tipo de acciones periódicas como el movimiento de un molino o de un esqueleto.
Dramático
Las placas de linterna mágica con género dramático se definen por tener además en común las siguientes seis propiedades específicas -además de las genéricas escénicas-: el formato estándar, el registro mediante técnicas fotográficas y pictóricas, el nivel de codificación bajo o representativo de sus imágenes -1: fotografía de recreación escénica (‘slice os life’)-, la orientación al mercado profesional, el contexto social de exhibición de carácter público, su alta complejidad escénica -las placas estaban diseñadas para proyectarse junto a la lectura de textos impresos suministrados por el fabricante de la colección-, y el empleo de los contenidos de la tradición literaria dramática mayor bajo cualquiera de sus formas: la tragedia, la comedia, la tragicomedia, el melodrama, la farsa, la obra didáctica o la pieza realista. Los célebres Life Models son un buen ejemplo de placas de linterna mágica con género dramático, unas colecciones de vidrios con imágenes que registraban ‘modelos naturales’ y que fueron comercializadas a partir de 1870, en Inglaterra por la empresa Bamforth & Co., o en los Estados Unidos, por la firma neoyorkina Scott & Van Altena. Las colecciones de Life Models podían estar compuestas hasta de cincuenta fotografías, en su mayoría coloreadas a mano -que mostraban figurantes en decorados muy elaborados y escenificando todo tipo de contenidos culturales- y que debían ser puestas en escena acompañadas por la lectura de textos alusivos, y de forma ocasional, contar con la interpretación vocal y/o al acompañamiento sonoro-musical.
Dramático
Las placas de linterna mágica con género dramático se definen por tener además en común las siguientes seis propiedades específicas -además de las genéricas escénicas-: el formato estándar, el registro mediante técnicas fotográficas y pictóricas, el nivel de codificación bajo o representativo de sus imágenes -1: fotografía de recreación escénica (‘slice os life’)-, la orientación al mercado profesional, el contexto social de exhibición de carácter público, su alta complejidad escénica -las placas estaban diseñadas para proyectarse junto a la lectura de textos impresos suministrados por el fabricante de la colección-, y el empleo de los contenidos de la tradición literaria dramática mayor bajo cualquiera de sus formas: la tragedia, la comedia, la tragicomedia, el melodrama, la farsa, la obra didáctica o la pieza realista. Los célebres Life Models son un buen ejemplo de placas de linterna mágica con género dramático, unas colecciones de vidrios con imágenes que registraban ‘modelos naturales’ y que fueron comercializadas a partir de 1870, en Inglaterra por la empresa Bamforth & Co., o en los Estados Unidos, por la firma neoyorkina Scott & Van Altena. Las colecciones de Life Models podían estar compuestas hasta de cincuenta fotografías, en su mayoría coloreadas a mano -que mostraban figurantes en decorados muy elaborados y escenificando todo tipo de contenidos culturales- y que debían ser puestas en escena acompañadas por la lectura de textos alusivos, y de forma ocasional, contar con la interpretación vocal y/o al acompañamiento sonoro-musical.
Dramático
Las placas de linterna mágica con género dramático se definen por tener además en común las siguientes seis propiedades específicas -además de las genéricas escénicas-: el formato estándar, el registro mediante técnicas fotográficas y pictóricas, el nivel de codificación bajo o representativo de sus imágenes -1: fotografía de recreación escénica (‘slice os life’)-, la orientación al mercado profesional, el contexto social de exhibición de carácter público, su alta complejidad escénica -las placas estaban diseñadas para proyectarse junto a la lectura de textos impresos suministrados por el fabricante de la colección-, y el empleo de los contenidos de la tradición literaria dramática mayor bajo cualquiera de sus formas: la tragedia, la comedia, la tragicomedia, el melodrama, la farsa, la obra didáctica o la pieza realista. Los célebres Life Models son un buen ejemplo de placas de linterna mágica con género dramático, unas colecciones de vidrios con imágenes que registraban ‘modelos naturales’ y que fueron comercializadas a partir de 1870, en Inglaterra por la empresa Bamforth & Co., o en los Estados Unidos, por la firma neoyorkina Scott & Van Altena. Las colecciones de Life Models podían estar compuestas hasta de cincuenta fotografías, en su mayoría coloreadas a mano -que mostraban figurantes en decorados muy elaborados y escenificando todo tipo de contenidos culturales- y que debían ser puestas en escena acompañadas por la lectura de textos alusivos, y de forma ocasional, contar con la interpretación vocal y/o al acompañamiento sonoro-musical.
Rótulo
Las placas de linterna mágica con género rótulo reúnen todos aquellos contenidos visuales como letreros, inscripciones o elementos decorativos que sirvieron para encabezar, anunciar transiciones o finalizar cualquiera de los relatos proyectados durante los espectáculos de linterna mágica.
Las placas de linterna mágica con subtipo cromatoscópico se definen por tener además en común dos propiedades específicas -además de las del genéro rótulo-: el formato cíclico y el registro de sus imágenes mediante técnicas pictóricas y/o de estampación. Los cromotropos -como se conoce a dichas placas- tuvieron una función narrativa que sirvió para anunciar las transiciones entre bloques temáticos en el interior de las sesiones de linterna mágica y a menudo podían insertar en sus dinámicas y coloreadas imágenes acciones de carácter cíclico o estroboscópico que representaban todo tipo de acciones periódicas como el movimiento de un molino o de un esqueleto.
Fantasmagoría
Las placas de linterna mágica con género fantasmagórico evocaban la atmósfera misteriosa de las novelas góticas que hicieron furor en las postrimerías del siglo XVIII: las ruinas bañadas por la luz de la luna, los cementerios atravesados por el vuelo de murciélagos o los claustros en los que aparecen novicias en busca de un amante desaparecido. El universo temático de las sesiones fantasmagóricas está poblado de bosques tenebrosos, paisajes sombríos, ruinas medievales y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y pasadizos poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios… Criaturas híbridas y monstruosas que se mezclaban con figuras de la mitología como la cabeza de Medusa o el grifo alado. El ser humano, excepto cuando se trataba de grandes personalidades, solía estar representado por hombres que ejercían de monjes o ermitaños. Y las mujeres eran vírgenes, novicias, religiosas, brujas o pitonisas. Motivos que, con el correr de los años, siguieron siendo del gusto de los espectadores, como lo demuestra la sistemática inclusión de números fantasmagóricos en las veladas de linterna mágica ofrecidas durante todo el siglo XIX.
Fantasmagoría
Las placas de linterna mágica con género fantasmagórico evocaban la atmósfera misteriosa de las novelas góticas que hicieron furor en las postrimerías del siglo XVIII: las ruinas bañadas por la luz de la luna, los cementerios atravesados por el vuelo de murciélagos o los claustros en los que aparecen novicias en busca de un amante desaparecido. El universo temático de las sesiones fantasmagóricas está poblado de bosques tenebrosos, paisajes sombríos, ruinas medievales y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y pasadizos poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios… Criaturas híbridas y monstruosas que se mezclaban con figuras de la mitología como la cabeza de Medusa o el grifo alado. El ser humano, excepto cuando se trataba de grandes personalidades, solía estar representado por hombres que ejercían de monjes o ermitaños. Y las mujeres eran vírgenes, novicias, religiosas, brujas o pitonisas. Motivos que, con el correr de los años, siguieron siendo del gusto de los espectadores, como lo demuestra la sistemática inclusión de números fantasmagóricos en las veladas de linterna mágica ofrecidas durante todo el siglo XIX.
Fantasmagoría
Las placas de linterna mágica con género fantasmagórico evocaban la atmósfera misteriosa de las novelas góticas que hicieron furor en las postrimerías del siglo XVIII: las ruinas bañadas por la luz de la luna, los cementerios atravesados por el vuelo de murciélagos o los claustros en los que aparecen novicias en busca de un amante desaparecido. El universo temático de las sesiones fantasmagóricas está poblado de bosques tenebrosos, paisajes sombríos, ruinas medievales y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y pasadizos poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios… Criaturas híbridas y monstruosas que se mezclaban con figuras de la mitología como la cabeza de Medusa o el grifo alado. El ser humano, excepto cuando se trataba de grandes personalidades, solía estar representado por hombres que ejercían de monjes o ermitaños. Y las mujeres eran vírgenes, novicias, religiosas, brujas o pitonisas. Motivos que, con el correr de los años, siguieron siendo del gusto de los espectadores, como lo demuestra la sistemática inclusión de números fantasmagóricos en las veladas de linterna mágica ofrecidas durante todo el siglo XIX.
Fantasmagoría
Las placas de linterna mágica con género fantasmagórico evocaban la atmósfera misteriosa de las novelas góticas que hicieron furor en las postrimerías del siglo XVIII: las ruinas bañadas por la luz de la luna, los cementerios atravesados por el vuelo de murciélagos o los claustros en los que aparecen novicias en busca de un amante desaparecido. El universo temático de las sesiones fantasmagóricas está poblado de bosques tenebrosos, paisajes sombríos, ruinas medievales y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y pasadizos poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios… Criaturas híbridas y monstruosas que se mezclaban con figuras de la mitología como la cabeza de Medusa o el grifo alado. El ser humano, excepto cuando se trataba de grandes personalidades, solía estar representado por hombres que ejercían de monjes o ermitaños. Y las mujeres eran vírgenes, novicias, religiosas, brujas o pitonisas. Motivos que, con el correr de los años, siguieron siendo del gusto de los espectadores, como lo demuestra la sistemática inclusión de números fantasmagóricos en las veladas de linterna mágica ofrecidas durante todo el siglo XIX.